Se poseían pocos datos sobre este
autor, hasta el punto de que Nicolás
Antonio pensaba que era un pseudónimo y José María Sbarbi sospechaba que podía ser
acaso un sobrenombre de Cervantes; sin embargo hoy se sabe que existió realmente
porque un profesor de español contemporáneo suyo que vivía en París, Marcos Fernández, aludió a él con ironía y
maledicencia en una obra titulada Olla podrida a la española... con
salsa sarracena y africana (Amberes: Felipe Van Eyck, 1655); el texto
no tiene desperdicio:
Partea
terrible odio la envidia nada virtuosa como es entre los galos o gallos y
españoles que dicen muchos "bergantes, gallinas capadas, que no dan huevos
sino negros para ellos". Que entre las dos naciones se halla un odio
terrible pruébanlo por la Antipatía del doctor Garcías. A él
conocí en París médico sin grado, filósofo entre seglares, predicador de lo que
él quiso y botón con cola en ojal prohibido, abotonador general y albéitar de
agrazones, bodegonero de asaduras porque el relleno de la bolsa no admitía más,
y vecino de la Bastilla picador del potro por orden de la reina María; me decía
muchas veces que él sabía muy bien adonde había de ir después de su muerte. Yo
le respondía que, por aquella vez, no quería acompañarle, que a vuelta nos
veríamos. Era elocuente en las lenguas, goloso y bebedor, más de bruces;
bombeaba propagando. Este tal fue el que escribió el dicho libro, creyendo que
los dichos del vulgacho dan fe a la gente de virtud y valor.
Así pues, Fernández cree que ejercía
la medicina sin tener título y le acusa de sodomita, ex presidiario,
intrigante, plumífero, charlatán, borracho, ateo y sensacionalista. El hecho es
que Carlos García nació en la década de 1580 en Zaragoza,
según la declaración hecha el 8 de junio de 1617, durante el proceso contra Leónora Galigaï, según
afirma Victoriano Roncero en
su introducción a la obra (página 12) y la mayor parte de su vida la pasó en París,
donde estuvo al menos desde 1613, por motivos desconocidos. El propio Carlos
García declara los motivos de su salida de España: "Yo salí
algún tiempo hay de España movido solamente de la curiosidad a que el natural
deseo y apetito de saber inclina las voluntades algo inquietas. Y teniendo
larga información de la ocasión que tenía para contentar mis deseos en Francia,
no fui perezoso en tomar la derrota hacia ella, así por la grande vecindad que
con España tiene como por el ordinario comercio de entrambas" ("La
Antipatía", edición de 1979, Edmonton, citada abajo). Se dedicaba a la
medicina y tenía aficiones literarias y filosóficas.
Más información en: http://es.wikipedia.org/wiki/Carlos_Garc%C3%ADa_(escritor)